Si esto lo leyera mi abuela, seguro reviviría y me jalaría de los pocos pelos que me quedan, pero algunas de las frases que las mujeres tienen muy fijas y que en mi modo muy particular me molestan son las siguientes.

“TE LO DIJE” frase más trillada y molesta cuando por alguna razón del destino uno comete alguna tontería y en esa bobada estaba en desacuerdo la otra persona. Esa es una razón suficiente para pegarle a tu inteligencia y razonamiento masculino un dardo envenenado. “¿Cómo pudiste comprar una caña de pescar si en esta ciudad no hay algún lugar para hacerlo?” “TE LO DIJE” mejor hubieras comprado el sartén de súper cerámica que tanto he querido.

“QUE ESO TE SIRVA DE EXPERIENCIA” ¡Caray!, como si la experiencia siempre fuera en base a garrotazos.

 Cuando uno comienza un trabajo que desconoce como ejemplo, desatorar la blusa que se quedo atrapada en la secadora de ropa y a los cinco minutos llega con ínfulas y las manos en la cintura y te dicen. “¿TODAVIA NO ACABAS?

 O Cuando uno está debajo del automóvil intentando fijar el escape del motor, dañado de la noche anterior en una carrera de copas y preguntan. “¿ESTAS OCUPADO?”

Lo peor es cuando regañan a los niños y el niño no está de acuerdo en la forma de pensar y les dicen: “TE PARECES A TU PADRE”

Pero la más triste es cuando a alguna persona es asaltada y llegas preocupado y espantado por el acontecimiento y te dicen: “¿TE ASALTARON?.....¿QUIEN? Como si en ese momento pudiera yo haber establecido una relación social e intercambio de tarjetas con los delincuentes.

Otra clásica es “MI MADRE ME LO DECIA” Cuanta sabiduría en esta frase, de seguro fue trasmitida de generación en generación, acusándote el tiempo predicativo.

 Pero la que algunas veces si me influye una sonrisa es cuando escucho:
 “CUANDO YO ERA JOVEN” ¡dios mío cuanta sabiduría!

Javier Fransoni